Hace aproximadamente dos años asistí a un evento llamado “Demand Solutions Miami” un encuentro con grandes emprendedores de Latinoamérica y el Caribe, algunos famosos y otros quizás anónimos para el mundo, con ideas brillantes, pero sobretodo con una contagiosa y poderosa pasión por aportar soluciones que ayuden a mejorar la calidad de vida de cientos de personas y de ellos mismos. Desde Evelyn Miralles, una mujer originaria de Venezuela que promueve la realidad virtual en la NASA, la actriz Colombiana Johana Bahamon, impulsando su movimiento para darle una segunda oportunidad a la mujeres reclusas en una cárcel, creando un restaurante en Cartagena dentro del centro penitenciario abierto al publico, tuve la oportunidad de visitarlo recientemente, es atendido por estas mujeres que merecen tener una nueva oportunidad para compartir sus talentos, hasta las tejedoras aimaras de Bolivia, que tejen implantes cardíacos con una precisión que ninguna máquina iguala, salvando así la vida de niños con deficiencias del corazón. Sin duda alguna nuestra región está llena de personas que dan lo mejor de sí para generar bienestar y experimentar la satisfacción tan grande que da la contribución.
Nuestra cultura hispana y caribeña cuenta con una gran cantidad de talento creativo que marca su presencia en el mundo, así como una juventud soñadora y pujante. Es un hecho conocido que el latino posee en su ADN un potencial extraordinario, sin embargo, a pesar de la pasión y las aspiraciones que tantos de nuestros hermanos abrazan, la conquista de sus sueños es muy a menudo entorpecida por conductas inconscientes, que les impide avanzar hacia un futuro naranja, como por ejemplo el miedo al fracaso, a no ser suficientes, a salir de la zona de confort, falta de visión, de constancia, de motivación, por mencionar algunas, conductas que de paso nos dejan sin la posibilidad de disfrutar de maravillosas invenciones que quizás puedan salvar vidas y/o generar bienestar, riqueza e impacto social.
Hoy en día es relevante para nuestra región Latinoamericana y Caribeña impulsar la “Economía Naranja”, un termino que quizás nos resulta desconocido o nuevo, pero que en países desarrollados suele ser el pan de cada día, han sabido promoverla para sacarle el mayor provecho. La “Economía Naranja” es el sector de la economía que tiene como materia prima “el talento y la creatividad”, esta economía nos beneficia, pues contribuye a generar valor, originar empleos, crear un impacto social y riqueza.
Según el Banco interamericano de desarrollo “Las industrias creativas juegan un papel muy importante en la economía. Estudios como Tiempos de cultura, realizado por EY, sugieren que en pocos años la creatividad será una condición obligatoria para competir en la globalización. De acuerdo con el Creative Industries Report, de la organización Creative Many, “la creatividad será el principal atributo del futuro”. El informe The Future of Jobs, creado por el Foro Económico Mundial, señala que en el 2020 la creatividad será la tercera habilidad más relevante en la fuerza laboral (ahora ocupa la décima posición).
Ante un panorama de automatización acelerada y exponencial, la creatividad artística, cultural, literaria, cinematográfica, deportiva, gastronómica, científica, social, educativa, adquiere más relevancia que nunca, es una habilidad muy poderosa que naturalmente poseemos para hallar soluciones a los problemas, para generar nuevas ideas, algunas originales, otras revolucionarias, quizás simples pero efectivas para generar los mejores resultados para nosotros mismos, para nuestro país, para nuestra región, para el mundo.
Mi querido amigo, hoy te quiero invitar a que liberes tu poder creativo, a que identifiques tu propósito, a que edifiques con sabiduría tu futuro naranja, a que encuentres las mejores razones que te muevan a construir y compartir una vida que realmente ames. Sal del inconformismo, sal de la insatisfacción de vivir de algo que no te apasiona, el día para aceptar mi invitación es ¡HOY!.